Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, fue en febrero de 2007 cuando el procesado, "aprovechando su condición de vigilante jurado" de un edificio de Tomares, "se introdujo" en las oficinas de una empresa, "utilizando para ello una llave que había en la portería", y se apoderó de diez cheques pertenecientes a la empresa.
Tras ello, se concertó con los también acusados F.R.J., E.I.V. y R.B.D. "para obtener un ilícito beneficio" con los cheques sustraídos, rellenando "de su puño y letra" cuatro de los cheques y poniéndolos al portador por un importe de 1.000 euros, "imitando para ello la firma" del representante legal de la empresa.
Posteriormente, F.R.J. e E.I.V. lograron cobrar dos de los cheques en sendas sucursales de Castilleja de la Cuesta y San Juan de Aznalfarache, todo ello debido "a la apariencia de verosimilitud que tenían, y sin que los empleados de las sucursales llegaran a sospechar nada, repartiendo entre los cuatro el dinero obtenido".
El fiscal añade que sobre las 11.00 horas del día 15 de febrero de 2007 fue detenido el vigilante jurado en las proximidades de una sucursal bancaria de Camas, "donde se le intervinieron" los otros dos cheques que había rellenado. La detención se produjo después de que F.R.J. y E.I.V. avisaran a la Policía de los hechos.
Por todo ello, la Fiscalía pide para cada acusado un año y seis meses de cárcel por un delito continuado de estafa, así como un año y once meses de prisión por un delito continuado de falsedad en documento mercantil.
Fuente: El Mundo
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