Desde que el arma abandona la funda, debe dirigir su boca hacia el objetivo |
Primer Nivel: INTENCIONALMENTE INCOMPETENTE (I.I.)
Aunque parezca mentira, estos, los I.I.s, son aquellos que están obligados a llevar armas, y las portan, por obligación imperiosa de la LEY. Estos, además, conocen perfectamente sus nulas habilidades, pese a ello, se niegan -cerrándose en banda- a mejorar su pericia. El I.I., por vaguedad y miedo al ridículo, no participa de los entrenamientos de su unidad o plantilla –sabe de su torpeza en la materia-.
Las páginas de los periódicos están llenas de noticias protagonizadas por sujetos de este perfil. Por desgracia, los I.I.s., con demasiada frecuencia, provocan accidentes que acaban con las vidas propias, de vecinos, familiares o compañeros. Por regla general, y aún siendo obligados a acudir a tiradas reglamentarias, no se sacará nada positivo de ellos. Gastaremos tiempo, munición y esfuerzos, para nada.
Segundo Nivel: DESCONOCEDOR DE SU INCOMPETENCIA (D.I.)
Las prácticas de tiro deben simular con veracidad un enfrentamiento real |
El D.I., no sabe que no sabe. Es incompetente porque aún no sabe que es un Incompetente. Normalmente, estos sujetos, han sido entrenados o formados de modo muy básico, a veces, ni eso. Seguramente, los profesionales de este perfil, nunca se han visto en una situación real que les haya dejado al “descubierto” sus carencias. Sin embargo, conozco casos de D.I. que ante una situación real, se han visto y se han sabido, NO PREPARADOS, pese a lo cual, han preferido gastar su tiempo en cualquier cosa antes de asumir que requieren de formación “extra”. Me atrevo a decir, que dentro de este perfil, es donde más profesionales de las Fuerzas de Seguridad se encuentran.
Son Desconocedores de su Incompetencia, aquellos que solo acuden a los ejercicios de tiro reglamentarios en su institución policial; además, son los que suelen acudir sin interés alguno. Estos mismos, dan por buena y sobrada esa formación o entrenamiento periódico –demasiadas veces, muy periódico-. La mayor parte, de los que están dentro del perfil D.I., se dan cuenta de sus lagunas y paupérrimas habilidades, en los peores momentos, a veces, demasiado tarde, estos es: cuando ya han sido agredidos de modo grave con armas de fuego u otros instrumentos. La mayoría nunca lo descubrirá.
Tercer Nivel: El CONSCIENTEMENTE INCOMPETENTE (C.I.)
Manejar con destreza las armas es vital para un profesional |
Si el Desconocedor de su Incompetencia sobrevive a su primer encuentro armado, o es testigo próximo de algo similar en la persona de un compañero, se convertirá en un Conscientemente Incompetente –ahora, sabe que NO SABE.
Seguramente, tan pronto tenga tiempo, buscará ayuda formativa. Ha despertado, “le ha visto las orejas al lobo” y no quiere que vuelva a ocurrir. Desde ya, se convierte en un tipo con interés por el tiro y el manejo del arma. Atenderá las explicaciones y lecciones de los instructores, y estará motivado. Ahora no criticará a los que se entrenaban mientras él no lo hacía. Ahora, quiere alcanzar cierto grado de pericia.
Cuarto Nivel: El CONSCIENTEMENTE COMPETENTE (C.C.)
Con la filosofía adecuada del entrenamiento, y con interés por parte del alumno, el C.I. se convierte en un C.C. El Conscientemente Competente llegará a manejar su arma con habilidad y seguridad, solventará interrupciones y desenfundará con celeridad ante la señal del instructor. Llega a entender que su disparo debe impactar en el blanco que él quiere impactar, pues de no ser así, dará donde no quiere impactar, y ello puede provocar lesiones o daños innecesarios. Un riesgo muy alto que nunca se debe correr. Nosotros somos lo “buenos”, es el “malo” el que por serlo, se puede permitir cualquier cosa.
El C.C. conoce las posiciones de tiro. Conoce variadas técnicas defensivas para usar en determinados supuestos; se siente cómodo en la galería, aún cuando se le instruye bajo presión. Pero pese a todo eso, todavía no reacciona de modo instintivo ante situaciones extremas.
Quinto Nivel: El INCONSCIENTEMENTE COMPETENTE (I.C.)
El I.C., es el menos común de los perfiles. Este perfil se puede denominar como: de Maestría. No es fácil encontrar a muchos Inconscientemente Competentes, en una misma plantilla policial. El I.C. tras muchas horas de entrenamiento, miles de disparos, años y años de repetición de ejercicios, maniobras y manipulaciones con su arma, ante el indicio de ataque, es capaz de reaccionar instintivamente y salir de la línea de tiro de su potencial agresor.
Un instructor debe enseñar a los alumnos la realidad de un enfrentamiento |
Sabrá cubrirse de modo eficaz, y a la par que sale de la línea de tiro, será capaz de desenfundar y dirigir su arma al blanco u objetivo. También, el I.C., ha preparado su mente -no solo su cuerpo y equipo- para el enfrentamiento a vida o muerte. Ha reflexionado mil veces sobre la posibilidad de tener que usar su arma contra otra persona que pudiera tratar de quitarle la vida, y ante esa reflexión, asume que, llegado el caso…lo hará. Disparará contra quien tenga que hacerlo –siempre con la estricta observancia de lo que el Ordenamiento Jurídico establece respecto al empleo de armas y la legítima defensa-.
El Inconscientemente Competente, es ese que: ante una interrupción de su arma, y tan pronto ésta –la interrupción- se produce, consigue resolver la traba y devolver el arma a situación de fuego eficaz, en décimas de segundos.
En conclusión
Desfendundar con pericia es clave para responder con rapidez a un ataque |
Llegados a esa conclusión: le insto a usted a que participe de algún modo en mejorar las capacidades de sus semejantes más próximos. Trate de hacerles entender que deben tomarse más enserio esta materia. Intente hacer llegar este artículo a esos compañeros, puede que algún día, tanto usted como ellos, se sientan mejor sabiendo que al menos, se intentó…
Además de a sus compañeros, traslade este texto, o su filosofía, a sus mandos o responsables políticos y sindicales, pues ellos, más que nadie, son los responsables de los “estancamientos”. Reacuérdenles que, la Administración está obligada a formar de modo continuo y permanente a los funcionarios, y que esta materia, la de tiro y armamento, no pica, no provoca ronchas, no contagia enfermedades, todo lo contrario.
De una mala formación, se deriva una mala praxis, y de ella se pueden derivar daños y lesiones, propias o ajenas y a veces, muertes innecesarias. De esas muertes, después, no solo el funcionario deberá responder, sino que la propia Administración también tendrá, en muchos casos, que hacerlo.
4 Comentarios:
Estupendo reportaje.
Y lo expuesto, en él, es la realidad.
Faltos de preparación y de práctica en el manejo del arma.
Gracias por compartirlo.
Assolutamente d'accordo con lei. Ritengo che questa sia un'ottima idea.
E 'vero! L'idea di un buon supporto.
Hola Tata! Gracias por el comentario.
Por cierto tu Blog estupendo! ahora que estoy con los cambios añadire un enlace. Besos!
Gracias a tí, me alegro de que te guste el blog. Un abrazo compañera.
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