LOS VIGILANTES VIENEN SIENDO OBLIGADOS A REALIZAR RONDAS DE HASTA 10 KM. CADA 10 MINUTOS ADEMAS DE REALIZAR FUNCIONES DE ELECTRICISTA O JARDINERO
Los vigilantes de seguridad de la empresa BLACK STAR encargados de la vigilancia de la urbanización EL TOYO en Almería denuncian a través del sindicato CSI-F la insostenible situación de presión que vienen soportando tanto por parte del Gerente de la Entidad de Conservación de la citada urbanización, como de la propia e empresa de seguridad.
EL TOYO tiene una superficie de dos kilómetros cuadrados y es únicamente vigilada por un solo Vigilante, y en el mejor de los casos por dos.
Los Vigilantes están obligados a realizar inspecciones cada 10 minutos en zonas distantes entre sí hasta 10 km., además de exigirles a menudo funciones propias de electricistas o jardineros , como son la manipulación de cuadros eléctricos o sistemas de riego.
Por otro lado, tanto BLACK STAR, como el gerente de EL TOYO, conocedores de la carencia de la seguridad necesaria, presionan constantemente a los vigilantes exigiéndoles constantemente explicaciones de cualquier desperfecto o pintada que aparece en cualquier rincón de la urbanización.
En definitiva, toda esta presión soportada por los vigilantes, obligados a desarrollar sus funciones sintiéndose constantemente estresados y vigilados a dado lugar a que de una plantilla de seis trabajadores adscritos al servicio de la Entidad de Conservación, tres estén de baja psiquiátrica, uno despedido y otro cambiado de servicio.
El CSI-F ha manifestrado al respecto que convocará movilizaciones y denunciará judicialmente la situación exigiendo el cese de esta persecución laboral.
EL TOYO tiene una superficie de dos kilómetros cuadrados y es únicamente vigilada por un solo Vigilante, y en el mejor de los casos por dos.
Los Vigilantes están obligados a realizar inspecciones cada 10 minutos en zonas distantes entre sí hasta 10 km., además de exigirles a menudo funciones propias de electricistas o jardineros , como son la manipulación de cuadros eléctricos o sistemas de riego.
Por otro lado, tanto BLACK STAR, como el gerente de EL TOYO, conocedores de la carencia de la seguridad necesaria, presionan constantemente a los vigilantes exigiéndoles constantemente explicaciones de cualquier desperfecto o pintada que aparece en cualquier rincón de la urbanización.
En definitiva, toda esta presión soportada por los vigilantes, obligados a desarrollar sus funciones sintiéndose constantemente estresados y vigilados a dado lugar a que de una plantilla de seis trabajadores adscritos al servicio de la Entidad de Conservación, tres estén de baja psiquiátrica, uno despedido y otro cambiado de servicio.
El CSI-F ha manifestrado al respecto que convocará movilizaciones y denunciará judicialmente la situación exigiendo el cese de esta persecución laboral.
Fuente: Diario Digital
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